martes, 26 de agosto de 2014

CAPITULO 20



Cuando llegamos a Pulse, me doy cuenta de que hay una larga cola para entrar en el club, le doy un empujón a Pato con mi hombro y se lo señalo.


- Mierda, esa va a ser una larga espera en estos tacones  dice ella apuntando a sus pies.


- No es broma - le contesto.


Diesel se acerca al portero, intercambia unas pocas palabras con él y le entrega lo que parecen tres billetes de cien dólares.


¡Mierda!


El portero abre la puerta y dice :- Damas.


Pato besa a Diesel directo en los labios y dice seductoramente :- Te mereces completamente alguna buena chupada de polla por eso.


¡Vaya! En verdad no vi esa venir. ¿A quién estoy engañando? Es totalmente algo que Pato diría.


- Funciona para mí - replica Diesel agarrando a Pato por la nuca y plantando otro beso succionador de alma en sus labios antes de que nos encamináramos hacia la entrada del club.


Estamos sentados en estas sillas lujosas de terciopelo bebiendo nuestro tercer Martini de manzana, asintiendo y sacudiendo nuestros culos al ritmo de la música, cuando Pato de repente salta hacia arriba y grita :-Oh Dios mío, me encanta esta canción. ¡Vamos a bailar, nena!
-Coge mi mano y me arrastra a la pista de baile. Bueno, tal vez arrastrar es una exageración porque me estoy emborrachando y estoy bastante segura de que bailaría el alfabeto en este punto.


Estamos finalmente en la pista de baile, sacudiéndonos y machacando esta canción “Gangnam Style” de Psy, cuando echo un vistazo a la barra y noto un intenso par de ojos mirando en dirección de Pato. ¡Mierda! Es Diesel; está sentado en el bar y parece que lo tiene verdaderamente mal por mi mejor amiga.


- No mires ahora, pero yo creo que tienes un admirador en el bar.


- Oh, me he dado cuenta - dice ella, balanceando sus caderas seductoramente.


- Tú putica - me burlo.


- Sí, sí, lo soy - responde ella sonriendo.


De repente, un par de manos masculinas serpentearon alrededor de la cintura de Pato. Este extremadamente alto y borracho gilipollas tira de ella contra él y comienza a apretarse en su contra. Ella intenta zafarse de su agarre, chillando :- ¡Escucha, idiota, saca tus malditas manos de mí!

- ¿O qué? - sisea él. Puedo oler el rancio olor de los cigarrillos y el alcohol que sale de su aliento desde aquí. ¡Qué asco!


- O te voy a arrancar las pelotas y las meteré por tu maldita garganta.
¡Déjala ir, AHORA! - La voz de Diesel retumba a través del club. Este hombre mejor que la deje ir porque no quiero ver qué pasa si no lo hace. En realidad, retiro lo dicho. Estoy deseando por completo ver lo que pasa.


Por supuesto, el imbécil dice :- Vamos, hombre. Podemos compartir, si quieres. Ella parece como que está en esa mierda. - Oh-oh, por la mirada en la cara de Diesel, eso fue sin duda lo peor que pudo decir.  

El puño de Diesel vuela a través del aire, golpea con un repugnante crujido contra la cara de bola de baba y la sangre salpica fuera su boca. Hay un breve forcejeo y luego Diesel saca al chico de la barra. Este chiste de hombre no tiene oportunidad contra un fino ejemplar de hombre como
Diesel.


- Oh. ¡Dios mío! Nadie nunca se ha metido en una pelea por mí, antes.
¡Eso fue tan malditamente caliente! ¡Lo quiero! - chilla Pato en mi oído, aun bailando. Toda la escena no pareció molestarle en absoluto.  

Después de un rato de estar sobrecalentadas por el baile, Pato quiso que fuéramos a la barra y consiguiéramos algunas copas más. Mientras estamos caminando, vemos a Diesel regresar dentro, viéndose tan bien como lo hizo cuando salió.


- ¿Alguien te dijo cuán increíblemente ardiente eres? - le pregunta ella, tomando un sorbo de su bebida.


- Una o dos veces. - Él le da a Pato una sonrisa sexy.


- Estoy sedienta. ¿Quieres tomar una copa? - pregunta ella,cambiando de tema. Asiento hacia ella.


Se vuelve hacia el camarero levantando tres dedos.
- Tres tragos de tequila, por favor.


Diesel se niega a beber el suyo porque quiere mantenerse concentrado y alerta. Después de todo, está allí para protegernos y ser nuestro conductor designado. Eso está bien. Agarro su trago y bebo ese también.
 
 
Son las tres de la mañana, cuando Diesel me dejó en casa. 


Se me olvidó completamente llamar a Pedro para decirle que salíamos del club, pero el bueno de Diesel lo llamó cuando nos encontrábamos en la SUV dirigiéndonos hacia casa. Pato está de camino a la casa de Diesel para un poco de acción. Creo que realmente le gusta él y el sentimiento definitivamente es mutuo.


Tambaleándome descalza en la puerta principal, con mis zapatos colgando de los dedos, trato de usar mi llave para entrar en la casa. Mis dedos simplemente no parecen querer cooperar. Estoy riendo para mis adentros y sigo tratando de que la llave entre en la puerta de nuevo, pero antes de que en realidad pueda poner la llave en la cerradura, la puerta se abrió.


La vista ante mí es simplemente deliciosa.


Pedro apoyándose contra el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho, usando nada más que sus tatuajes y una sonrisa. Supongo que eso es lo que quiso decir cuando él dijo que quería estar listo para cuando yo llegara a casa. ¡Delicioso!  

¡Maldita sea! Quiero lamer cada centímetro de su delicioso cuerpo con mi lengua.


- Si quieres hacer eso, cariño, tienes que venir adentro. - Sonríe más ampliamente.


- ¿Acabo de decir eso en voz alta?  

Asiente, mirándome de arriba a abajo como si quisiera comerme. ¡Me anoto para eso, por favor! Camino por delante de él, arrastrando mi mano a través de su ingle. Pedro gime, rápidamente cierra y bloquea la puerta  
principal.


- ¿Cansada? - pregunta.  

- Sí - le respondo.


- Vamos a reformular la pregunta. ¿Estás demasiado cansada para follar?


- No. He estado esperando esto toda la noche - digo.


- ¿Mojada para mí, preciosa?


- Más allá de mojada - ronroneo, lamiendo mis labios mientras él avanza sobre mí.


Durante las próximas horas, Pedro procede a mostrarme cuan caliente puede volverse esto entre nosotros.
¡Súper sexy!

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