martes, 19 de agosto de 2014

CAPITULO 4



La casa de Pedro 
 

Cuando llegamos a mi complejo de apartamentos, Pedro me ayudó a bajarme de la moto y a quitarme el casco.
  

-Entonces, ¿cómo fue? 


-¡Fue realmente increíble! Quiero tener mi propia Harley.-Me siento como a punto de saltar y gritar como una niña, pero me detengo.


-¿Cuál sería la diversión en eso? Entonces no tendría tus sexys piernas y brazos envueltos a mí alrededor y no podría escuchar esos gemidos excitados en mi oído. - Puedo sentir el calor de mi cuerpo, levantándose por mi cuello hacia mi cara cuando dice esto.


Él golpea suavemente mi culo y me dice que me dé prisa en recoger suficiente mierda para unos días, que si luego necesito algo más, él puede regresar a por ello. Empaco mi llamada mierda y regreso en un tiempo record. No me puedo creer la emoción que estoy sintiendo solamente por estar con Pedro. Podría acostumbrarme a este sentimiento.


 -Vámonos, nena.  


Así que nos vamos, como dijo el hombre. Donde nos dirigíamos, no tenía ni idea, pero confiaba en él por alguna razón desconocida.


***


Conducimos fuera de los límites de la ciudad, en la autopista. Después de unos diez minutos Pedro gira en un pequeño camino de tierra y en pocos minutos llegamos a una hermosa casa estilo rancho, rodeada de árboles y
con un lago situado en la parte trasera de la casa.


Cuando nos detenemos y el motor se apaga, le pregunto : -¿Esta es tu casa? 

 
- Sí, ¿te gusta lo que ves?

Quiero responder con “En más de un sentido” pero sólo digo : -Es hermoso aquí, tan tranquilo y pacífico.  


-Vamos querida, quiero mostrarte el resto del lugar.  

 -Ah, he - le respondo. ¿Qué demonios fue eso? De repente, no sé cómo hablar más.

Agarra mi mano una vez más, y me arrastra hacia la puerta principal de su casa. Tan pronto como entramos, Pedro cierra y bloquea la puerta y sin previo aviso me tiene contra dicha puerta.

El me quita su chaqueta de encima y la tira al suelo. Sus manos recorren arriba y abajo por los lados de mi cuerpo, y entierra su cabeza en mi cuello. Su lengua se mueve hacia afuera y la arrastra por mi piel, dejando un rastro húmedo caliente desde la base de mi cuello hasta mi lóbulo de la oreja. Siento sus dientes pellizcarme por entre la línea de mi cuello y oreja,enviando escalofríos por mi espina dorsal. 

Por ahora, no soy una experta, pero estoy bastante segura de que realmente tuve un orgasmo esta vez. Quizás, también me lo he imaginado, pero te juro que lo siento y lo oigo inhalar en mi cabello. ¡Oh Mi Dios! ¿Acaba de oler el cabello?

-Hueles tan jodidamente bien,Paula.  

Sí, definitivamente lo hizo.


-Hueles a manzanas de caramelo.  

Es mi nuevo champú y gel de baño. Supongo que voy a comprarlo de nuevo.

- Me pregunto si sabes igual de bien. 

 
¿Qué? ¿Acaba de decir eso?


Luego posa su boca sobre la mía, con fuerza. Su lengua se abre paso en mi boca y la mía en la suya. Es el beso más increíble que he tenido en mi vida.


-Sí, sabes tan bien aquí. No puedo esperar para verte y probarte en cualquier otro sitio. 

Puedo sentirlo bien a través de mi alma y el aumento de humedad en mi ropa interior. Él comienza a mover sus manos sobre mí, encima de mi ropa. A continuación, va a mis pechos y sus pulgares se deslizan a través de mis pezones. Oh Dios. Se siente increíble, cuando comienza a rodar mis pezones entre sus pulgares y los dedos. Demasiado, es demasiado. 

 -Oh Dios, Oh Dios. - Todo mi cuerpo está sintiendo cosas que nunca he experimentado antes en mi vida, ¡Es increíble! Puedo sentir algo apretando dentro de mí, buscando la salida perfecta.


-¡OH! ¡DIOS! ¡MIO! - grito, ya que me vengo duro. Sé que sin duda he tenido un orgasmo esta vez. Pedro gime en mi oído mientras yo estoy gritando. 

-Jesús, ¿acabas de venirte conmigo, apenas tocándote? Eso es jodidamente excitante - gruñe. 

-Yo… tengo que decirte, oh Dios. - Estaba apenas componiéndome lo suficiente para hablar.


-¿Qué nena? 

 
- Yo… yo soy virgen. - Ahí es cuando el calor sale de mi cuerpo y estoy de repente suelta. Pedro se encuentra a pocos metros de mí. 

-Carajo, eres virgen. Está bien, tengo que tomar una ducha fría.Volveré. Ponte cómoda. - El calor estaba todavía en sus ojos, y se podía ver su erección a través de sus pantalones vaqueros descoloridos.


-¿Por qué no terminamos lo que empezamos? Eso fue increíble ronroneo, todavía bajando de mi clímax.


-Nena lo siento, pero no puedo hacer eso. No de esta manera. Te mereces más. Te mereces pétalos de flores, habitación de hotel, ya sabes,toda esa mierda, y yo no puedo hacer esa mierda. Ese no soy yo.


-Eso no es lo que te pedí.


-Pero eso es lo que mereces y necesitas.  


- No me digas lo que necesito. No sabes nada acerca de mí, así que no tienes que decirme lo que necesito.


-Ahora vuelvo.-  Se podía ver que estaba luchando con todas sus fuerzas para no regresar conmigo en ese mismo momento. Pero cuanto más pensaba en ello, ¿realmente, después de todos estos años quería perderla así? Era evidente que el estar con Pedro me hacía no pensar con claridad.
Sobre todo, cuando estaba ya pensando en buscar el hotel, tienda de lencería, floristería y tienda de comestibles más cercana  por lo básico,como las fresas, nata, algo atrevido que llevar, ya sabes todo lo necesario en mi Smartphone. Yo lo quería  y mal. Nunca me había sentido así antes, Mateo nunca me había hecho sentir así.


Camino por la sala de estar que sorprendentemente no contiene muebles de cuero y me encuentro con la cocina. Decido husmear un poco y echar un vistazo a lo que tiene en el refrigerador. Su contenido es cerveza y envases antiguos de comida para llevar. Arrugo la nariz, porque huele apestoso allí.


Cierro la puerta de la nevera y me inclino contra ella, y hago un viaje por el pasado, mientras trato de controlar mis hormonas en ebullición.


La relación entre Mateo y yo era más bien de compañeros. Me doy cuenta de que sueno como una vieja viuda, pero honestamente nunca hubo esa sensación de electricidad entre nosotros. Sí que era fresco, caliente, dulce, y pensé que me adoraba, pero por alguna razón no había nada de la pasión que nos rodea a Pedro y a mí.

Mateo fue uno de mis mejores amigos, pero nunca sentí que realmente pudiera ser yo misma en su presencia. Una de mis principales razones para desarraigarme de la vida que tenía y mudarme a Del Mar era el tratar de hacerlo por mi cuenta. Amaba a la familia de Patricia y ellos me amaban a mí, pero no importa lo mucho que ellos trataban de consolarme, no eran mi familia. Estaba sola en este mundo y tenía que enfrentarme a ese hecho en mi cabeza.


- Estás llena de sorpresas, ¿no es así? - La voz áspera de Pedro rompe a través de mis pensamientos mientras se arrastra detrás de mí.


Al menos tiene la decencia de vestir un par de pantalones vaqueros de baja altura y una camiseta de manga larga Henley, después de salir de la ducha. Creo que me hubiese desmayado al verle solo con una toalla alrededor de su cintura. Apuesto a que ni siquiera tiene esa profunda V destacando su punto de venta masculino. ¿Dónde me estoy metiendo?

-Supongo que esto cambió los planes que habías inventado para nosotros esta noche - le sonreí. 

- No te preocupes, nena. Pedro siempre tiene un plan B. - Me regala esa sonrisa torcida de nuevo. Realmente espero que el Plan B tenga que ver con una cama grande y con él, esta noche.

Mi móvil empieza a sonar en mi bolso y al instante reconozco el tono de llamada personalizado, “Don´t Cha” de The Pussycat Dolls.


-Nena, ¿vas a contestar? - Me muevo hacia mi bolso y leo lo que pone en la pantalla, “llamando Pato”. Sonrío. 

- ¿Hola?


- Bueno, ¿cómo está la nueva profesora sexy de la escuela en la ciudad? - me pregunta con entusiasmo .- ¿Rompiste corazones jóvenes hoy?


-Um. Bueno - digo seguido de :- No, yo no rompí ningún corazón hoy. 

 Echando un vistazo a Pedro, me doy cuenta de que sus cejas se arquean. 

-No pareces tan segura.  

Siento moverse a Pedro detrás de mí y acaricia el cabello de alrededor de mi cuello y lentamente pone sus brazos alrededor y me dice al oído : He estado toda mi vida, esperando esto. - ¡Jodida mierda! ¿Qué dices a eso?


 -Hola, ¿puedes oírme? - grita Patricia.


 -Oh rayos, lo siento Patricia, estaba distraída. 


 -¿Qué estás haciendo? - Yo estaba tratando de alejarme cuando me planta un suave beso en la nuca.


 -Um...-  Absolutamente no podía alejarme.


-¿Estás con alguien?-  ella pregunta.


- Umm...Sí -  confieso con culpa. 

 - ¿Quién? ¡OMD ! ¿Es ese tipo motorista del año pasado? - Ella suena demasiado emocionada.


- Sí.


- Chica, tómale una foto y envíamela. Tengo que ver el gran problema que es.


- ¡No voy a tomarle una foto y enviártela! 

 
Es entonces cuando el teléfono es arrancado de mi mano por Pedro y empuja algunos botones y se acurruca cerca de mí y dice :- Di queso. - Así que sonrío. Toma una foto de nosotros, después presiona un par de botones y dice en el teléfono :-Compruébalo. 

- ¡Dios mío! - Arranco el teléfono de su mano . -Pato, ¿la conseguiste?  


-¡Maldita! ¡Él es sexy! No puedo esperar a visitarte y poner mis manos en su culo - dice en tono de broma. Conociendo a Patricia como lo hago, eso es lo primero que hará cuando lo vea.


-Sí, lo sé. - Me río. 

 -Ahora sé por qué has estado obsesionada con él, el año pasado.  


Me coge el teléfono de la mano de nuevo y esta vez dice : -Se acabó el tiempo, se tiene que ir. - Él da la vuelta al teléfono cerrándolo y lo tira sobre la mesa de la cocina.

-Oye, no había terminado de hablar con Pato - le digo.


 -Sí, habías terminado - me informa.


-No eres mi jefe.

- Ya veremos - tira de vuelta.


- Pedro, estoy cansada y tengo que trabajar mañana por la mañana temprano. ¿Dónde está la habitación de invitados?  

Para mi sorpresa, me dice :- Al final del pasillo, la última puerta a la izquierda.- Pensé que me iba a querer en su cama esta noche y no en la habitación de invitados.


Cuando entro en la habitación y veo la decoración y la ropa masculina que cubre el suelo, tengo una ligera sospecha de que estoy en la habitación equivocada. Me doy cuenta de mi bolsa de viaje, está apoyada a los pies de la cama.


- ¿Estás seguro de que este es el cuarto de invitados?


-No, es mi habitación, nena. - Sí, definitivamente la habitación equivocada.


Ahora que estoy pensando con claridad, lo que hizo apenas entramos por la puerta principal, fue manosearme. Ahora espera que duerma en la misma cama con él. Eso no va a suceder sin que yo pierda mi tarjeta de “V”.


-Esto no va a funcionar para mí.  

- ¿Qué no funciona para ti?  


 -Compartir esta cama.  


 -¿Tienes planes de invitar a algunos amigos a una fiesta de pijamas?


Él me mira con una sonrisa divertida en su rostro.


-Pensé que nosotros compartiríamos la cama esta noche.  

- Nop. - Realmente hacer resonar la “p” cuando dice esto. Pasa al otro lado de la puerta, cerrándola detrás de él.

¿Qué demonios? ¿Realmente acaba de salir? ¿No va a dormir aquí conmigo? Pensé que me quería. Ese culo caliente de hombre me confunde totalmente. Quiero decir, en un minuto me tiene contra la puerta y parece que quiere estar dentro de mí, y al siguiente me deja en su habitación sola y ni siquiera darme un beso de buenas noches.


Entro en el cuarto de baño para usar el servicio, cepillarme los dientes y lavarme la cara. Luego me pongo mi cómoda vestimenta para dormir, que consiste en una camiseta blanca y pantalones de pijama de algodón. 

Entonces salgo del baño, todavía espero ver a Pedro allí, pero la habitación está vacía.


Me meto en la cama con sus suaves sábanas y edredón y pongo mi cabeza en la almohada. Puedo oler el aroma de Pedro en la almohada (que huele GE-NI-AL) y dejo escapar un pequeño suspiro. Creo que con los acontecimientos de hoy, voy a ser capaz de conciliar el sueño nunca. Apenas acabo de pensar esto, cuando caigo en un sueño profundo

CAPITULO 3



GRADUACION



Después de la graduación, tuve un par de meses para pasar tiempo con Patricia y su familia, y rompí con Mateo. Se sorprendió cuando le dije que sentía que éramos más amigos que novio/novia. Le dije que le echaría de menos y siempre me preocuparía por él y me encantaría que siguiéramos siendo amigos. No era una mirada de felicidad la que vi en su rostro cuando se lo estaba explicando.


También tuve que señalar que él estaría viviendo en la costa Este y yo estaría en la costa Oeste. ¿Cómo podríamos hacer que funcionase una relación a distancia? Digamos que no le gustaba el hecho de que estuviese rompiendo con él. Si yo le hubiese importado tanto, se habría esforzado más,mientras salíamos.


Tal vez, no ayudó que no pudiese sacar de mi mente a cierto motorista macarra.


***


Ahora estamos a mediados de Agosto y estoy finalmente en la soleada Del Mar. Patricia y Karen me ayudaron con la mudanza y se quedaron conmigo durante un par de días. Mientras estaban aquí, les mostré algunosde los lugares a los que me encantaba ir en la ciudad. También me ayudaron a desempacar todas mis cosas y decorar mi apartamento. Mi apartamento era tan acogedor que sólo quería acurrucarme en el sofá con mi eReader y nunca dejarlo.


Por desgracia, tuve que dejar mi pequeño y acogedor apartamento porque comenzaba hoy mi nuevo trabajo en la preparatoria Del Mar Regional. Estoy sentada en mi clase repasando el plan de estudio para esta mañana antes de que los estudiantes se presenten a las clases, cuando
Bruno Walker, el profesor de Educación Física, entra por la puerta. Él es atractivo, con cabello rubio claro, ojos verdes y hoyuelos increíbles.


Bruno me lanza una sonrisa con hoyuelos

-Hola Paula, ¿cómo va tu primer día?  

-Hasta ahora, muy bien. He examinado algunos de los archivos de mis estudiantes para familiarizarme en donde están con sus habilidades y me he reunido con algunos de los otros profesores, también. Ahora, solo estoy haciendo mi plan de estudios para esta mañana.  

-Joder, mujer. ¿A qué hora llegaste para haber logrado todo eso ya?

-Supongo, que hace más o menos una hora.  

-Creo que todavía estaba en la cama hace una hora. No es difícil de decir que es tu primer día porque pareces ansiosa y demasiado emocionada.


-Date un par de días y se te pasará.

-Estoy segura de que una vez que me acostumbre a ello.   

-Así que, me preguntaba. ¿Quieres tomar una copa conmigo esta tarde, después del trabajo? - me pregunta con nerviosismo.

-Claro, me encantaría Bruno. - Él es atractivo, ¿por qué no?


-Está bien, te veré en la sala de profesores a las cuatro - dice él, lanzándome una sonrisa y caminando fuera de mi clase.

Es justo después de las cuatro de la tarde. Cuando Bruno se ofrece a llevarme al bar, que está a unos cinco minutos en coche de la escuela.
Cuando llegamos a nuestro destino, no puedo dejar de pensar para mí misma “ En serio, aquí es donde vamos a conseguir algo de beber?“.

La pintura en el exterior del edificio se está pelando. Un par de las ventanas están agrietadas y hay varias motos estacionadas delante del bar.


Miro lo que llevo puesto, que es una camiseta blanca con un pequeño suéter gris de cachemira, una falda lápiz negra y tacones de aguja negros y mi cabello está recogido en un moño. Sí, no creo que vaya a encajar aquí.


Bruno, siente mi malestar e intenta tranquilizarme diciendo : Te ves muy bien, Ella. Vamos a estar bien. He venido aquí un par de veces con algunos amigos y no pasó nada. Está todo bien. 

Me suelto el cabello y paso mis dedos a través de él. Así está mejor, me siento un poco más informal. 

El letrero sobre la puerta dice: “Wild Ride” (camino salvaje) y no puedo dejar de pensar en el motorista sexy del verano pasado y sobre el tipo de viaje salvaje que podría tener con él. Vaya, ¿de dónde diablos salió eso Sta. Virgen? Sofoco una risa y entro en la entrada del bar con Bruno cerca de mí, con su mano presionando mi espalda.

El interior del bar se ve tan deteriorado como el exterior. El lado positivo, es que tiene aspecto de limpio.


Está realmente lleno aquí y no puedo dejar de notar que la mayoría de los clientes son mujeres atractivas, vistiendo ropas muy reveladoras y están bien dotadas. Miro hacia mi escote y me pregunto si debo bajar mi camiseta un poco para mostrar mis niñas. Nah, no seas estúpida, Paula.

Localizamos dos taburetes en la barra y rápidamente vamos para cogerlos antes de que alguien más lo haga.


El camarero se da la vuelta y hago contacto visual con un familiar y he mencionado magnifico par de ojos azules. No puedo evitar el escalofrío que recorre todo mi cuerpo. Por supuesto, me gustaría encontrarme con él aquí. Trato de no mirar su cuerpo con esa camiseta blanca, apretada sobre su pecho. ¡Oh Dios, él todavía se ve increíble!


-¿Qué les puedo conseguir? - él pregunta, sacándome del estupor de mirar su pecho, preguntándome cómo se ve debajo.


Me pilla totalmente. Se nota por la sonrisa sexy que me hace derretir en el taburete de la barra. ¿Se acuerda de mí? Dios, eso espero. Ahora, estoy realmente repensando la cuestión del escote. Debería haber ajustado sin duda mi camiseta para mostrar mis bienes. Sonrío a mis malos pensamientos.


Bruno me pregunta lo que me gustaría tomar y yo le digo una Budweiser. 

-Dos Buds, por favor.  

No sé si me lo he imaginado, pero casi parece que frunce el ceño hacia Bruno antes de alejarse para conseguir nuestras cervezas. Regresa con nuestras botellas y luego camina hacia el extremo opuesto de la barra para servir a otras mujeres que esperaban allí.  
No puedo dejar de notar su reacción ante él mientras está tomando sus pedidos. Constantemente se acercan y lo tocan, riéndose de las cosas que dice y lo miran con ojos lujuriosos. Qué montón de putas, pienso para mí misma.

Durante todo el tiempo Bruno me ha estado hablando, pero en realidad no he podido concentrarme en lo que me está diciendo, porque puedo sentir un par de ojos azules férreos en mí. Me hace retorcerme en mi taburete de la barra.


Bruno se excusa para ir al cuarto de baño y tan pronto como esto sucede, ciento una oleadas de aire caliente golpear la parte trasera de mi cuello y escucho en mi oído un susurro :-Pasa de ese idiota y nos vemos de nuevo aquí, cuando salga a las ocho.  

Ni siquiera pienso en ello, asiento y respondo entrecortadamente :
-Está bien. - Él sonríe, se vuelve y se aleja de mí. 

Bruno vuelve y me pregunta si me gustaría ir a su casa a tomar una copa. Yo le miento diciéndole que estoy muy cansada y necesito llegar a casa para descansar un poco para mañana por la mañana, pero tal vez en otromomento. 


No puedo creer lo fácil que es para mí mentirle, para poder pasar algún tiempo con mi motorista.


¡OMD! Mi motorista, no puedo creérmelo.


Poco después de terminar nuestras bebidas, nos levantamos y nos dirigimos hacia la puerta para salir. 


Tomando una última mirada hacia la barra antes de salir, me doy cuenta de que el camarero nos mira. Él hace un guiño y dice movimiento solo los labios: “Más tarde, nena“. Bruno me lleva de vuelta a la escuela para recuperar mi coche.


***


Ahora son las ocho y he vuelto al Wilde Ride. Estoy sentada en la barra esperando ansiosamente. Noto a alguien deslizarse a mi lado y sentarse en el taburete junto a mí.
 -¡Hola nena!  


- Mi nombre es Paula Chaves, no nena - afirmo tratando de mirarlo ferozmente.

-Pedro Alfonso. Ya te dije, que nos veríamos por ahí.
Esto responde a mi pregunta anterior. Él sí me recuerda. ¡Yupiiii!


- ¿Eres el dueño de este elegante establecimiento?-pregunto con sarcasmo.


-Sí, ¿Quieres cerveza, preciosa?  

-¿Esa frase funciona con todas las chicas? - preguntó.

Realmente, este hombre es un pedazo. Pedazo de qué, aún no estoy del todo segura. Sí, él grita un fuerte ego masculino, pero ¿puede sacar una conversación diciendo más de cinco palabras a la vez y no gruñir?

-Lo sabrías si eso fuese una frase, sol - Pedro dice arrastrando las palabras. Su voz es una mezcla de sexo, pasión, y testosterona . Es obvio que no estás acostumbrada a la escena de los bares - añade. 

Él es el protagonista de mis fantasías, todo por el sonido de su voz.


Dios, soy una imbécil, una imbécil sin vida.


Le miro sobre la botella de cerveza que él ordenó para mí. Su musculoso cuerpo está oculto pero no muy bien en una ajustada camiseta y unos desgastados vaqueros oscuros desteñidos. Pensando en la primera vez en que nos encontramos el uno con el otro, no podía dejar de recordar lo duro que era su cuerpo.


Este es el tipo de persona que te empujaría contra la pared en un arrebato de pasión y haría su sucio camino contigo, cada vez que quisiera,donde quisiera y como quisiera. Oh Dios, estoy en problemas.

-¿Qué te hace pensar que no frecuento bares? Tienes que saber, que era una habitual, en varios bares de mi ciudad natal - contrarresto.


-Desafortunadamente, los bares elegantes de vino no cuentan,princesa.  

-¿Esto es una estratagema para hacer que me emborrache por rencor y puedas aprovecharte de mí? - Espero realmente que ese sea su motivo ulterior. No soy la persona más lanzada del mundo. Aunque él me pueda tener, pensando en saltar sobre sus huesos, nunca lo llegaría hacer y ni lo admitiría sin el amortiguador del alcohol involucrado.

-Lo siento, pero cuando haga mi camino contigo, y lo haré, no habrá alcohol involucrado. Quiero que recuerdes y saborees cada jodido “momento“, porque será el mejor maldito momento de tu vida. Te lo puedo garantizar.
-¡Eres un hijo de puta arrogante! Si alguien alguna vez te ha dicho,que todo ese acto es encantador, te estaban mintiendo. No puedo creer que volviera aquí para aguantar esta mierda. - Este hombre debe ser una broma. Tiene toda esa cosa de personalidad de macho alfa/motorista, que realmente me gusta  gracias a SOA y mis amados libros de Kristen Ashley , pero Pedro lo está llevando a un nivel completamente nuevo. 

-Escucha cariño, me gustas. Incluso puedo aguantar tus pequeños remilgos, pero tienes que entender que soy así, y no vas a cambiar eso.
Pedro escupe justo cuando tres hombres vestidos de los pies a la cabeza de cuero, entran en el bar. Honestamente, alguien tiene que explicar a estos chicos que es una exageración de cuero.

-Tienes que estar bromeando - Pedro sisea.


Yo realmente no pensé mucho sobre los motorista de la pandilla S&M que se dirigían hacia nosotros. Ese fue mi primer error. Mi segundo fue no darme cuenta de lo tenso que Pedro se puso cuando se acercaron. El tercero sería no escuchar lo suficientemente rápido lo que Pedro me susurraba.


-Paula, sé que esto no es un buen momento, pero necesito que permanezcas muy tranquila y te dirijas a la puerta detrás de la barra. Se abre a las oficinas administrativas y salas de stock. Cierra la puerta detrás de ti hasta que te diga que es seguro.


La tercera, yo le culpo a este cerdo machista de hombre que me está hablando en susurros, cuando estoy en mi burbuja personal. Él envía escalofríos por mi espina dorsal cuando siento su aliento caliente en mi oreja y el cuello.


¿En qué demonios me he metido? Podría estar tomando una copa esta noche con un muy agradable, guapo y seguro Bruno. Pero no, no yo. Paula Chaves nunca toma el camino fácil. 

Un brazo de motorista sudoroso y peludo se envuelve alrededor de mis hombros y me sacude de mi aturdimiento temporal. Creo que ni siquiera oigo a Pedro gruñir mientras me lanza una mirada que sólo puede ser descrita como una caliente, enojada, dueño del bar motero, cabreado porque no le escuché lo suficientemente rápido.

-¡Saca tus putas sucias manos fuera de ella ahora! ¡Ella es mía!-gruñe Pedro.


¿Carajo que está pasando? Traté de moverme para salir de su abrazo,pero lo ponía cada vez más estrecho con cada movimiento que hacía.

-Bueno, vamos a ver lo que tenemos aquí - dice el aterrador motorista con demasiado cuero. 

-No lo voy a decir de nuevo. No jodas con lo que es mío.

¿De qué está hablando? ¿Qué suyo? Trato de aflojar su control sobre mí otra vez sin suerte. Ese hijo de puta tiene un asimiento tan apretado sobre mí que el que tendría una boa constrictora sobre su presa.

-Umm, ¡su nuevo coño nuevo huele genial! ¿Por qué no le muestro a tu señorita lo que un hombre de verdad puede hacer? - ofrece el aterrador motorista con demasiado cuero. 

-¡Oh Dios mío, Oh Dios mío! Por favor, déjame ir - gimo.

Lo siguiente que sé, es que estoy siendo tirada hacia atrás mientras un puño va por el aire y golpea a la derecha en la cara del aterrador motorista con demasiado cuero.

-¡Te dije que la dejes! ¡Ahora lárgate de mí bar! - Pedro grita.


Otro tipo aterrador, con los brazos tatuados y un lío de rastas en el cabello, me agarra y me da un tirón alejándome del tipo aterrador actual y de repente me transportaba a la parte trasera. Oh, Dios mío, ¿Qué va a hacer este chico conmigo?


-¡Ayuda! ¡Que alguien me ayude!



-Está bien. No voy a hacerte daño. Pedro estará aquí en un minuto - dice el hombre.


-Um... Ok.


-Soy Axel, uno de los chicos de Pedro. - Lo que sea que eso significa.


Entonces él sale y cierra la puerta tras de sí.


Oh Dios mío, Oh Dios mío - digo a punto de tener un ataque de pánico.
¿Qué voy a hacer? Tengo que salir de aquí. No hay ventanas. Miro al alrededor y es una típica oficina. En la esquina derecha hay un viejo escritorio y una silla cubierta de papeles por todas partes. Y en el otro lado de la oficina hay un sofá de cuero negro.Por supuesto, el cuero . Corro hacia el sofá y me hago un ovillo sobre el mismo.


BANG, BANG, BANG


¡¡¡OH MI DIOS!! !


¿Qué coño es eso? ¿He oído disparos?


Apenas se pueden oír los gritos y los forcejeos desde el interior de la oficina.

Es entonces cuando me pongo a llorar. Tengo miedo, nunca he sido parte de algo como esto. Miro a mi alrededor buscando algo que podría utilizar para protegerme si alguien entra. Algo de plata llama mi atención, pero es difícil de ver con todas las lágrimas en mis ojos. Me levanto y me acerco y lo pongo en mi mano y me doy cuenta que es un bate de aluminio. 

Perfecto.


Lo agarro con fuerza en mis manos y me escondo detrás de la puerta.


Si alguien viene, ¡van a obtener algo más antes de atraparme! Poco a poco dejo de temblar y llorar, y estoy lista para una pelea. Soy una mujer adulta. 

Ningún hombre me va a asustar. Aunque, Pedro me asusta de más maneras que cualquier hombre puede asustar a una mujer.

Oigo moverse la manilla de la puerta. Me muevo un poco y preparo el bate listo para pivotar. Si alguien viene aquí, no sabrán lo que les golpeó. 

Hmm, me gusta eso, y mucho. 

GI Jane. Esa soy yo. 

No me jodas o te joderé. 
La puerta se abre y no puedo ver por las lágrimas, así que golpeo de todos modos.

Oh mierda, traigo algo sólido.

-¿Qué carajo mujer? - Esa voz me suena. Es la voz que me perseguía durante todas las noches el último año.


Pedro.


-¡Oh, Dios mío! ¡Lo siento mucho! ¿Estás bien? Mierda, ¡mira tu cara!  

Pedro tiene el labio roto y un ojo hinchado. 

-Estoy bien nena - intenta asegurarme Pedro.

-¿Qué fue eso? ¿Qué está pasando? - le pregunto. Él me mira a los ojos, tratando de evaluar lo que estaba sintiendo y pensando.


-¿Estás bien? - me pregunta.


-¡NO! - lloro . -¿Qué fue eso? ¿Qué está pasando? ¿Les dijiste que era tuya?  


- Esos tipos son miembros de un club rival  responde.


- ¿Club rival?  

-Mis chicos y yo formamos el Club de Motoristas Mayhem. Soy el presidente. Hunter y sus muchachos son miembros de Los Discípulos Del Diablo y están metidos en alguna mierda grave. Digamos que nuestra relación no es amistosa. Es una situación muy hostil. Ellos vinieron aquí esta noche sólo para joderme, porque me ven aquí con un trozo tan dulce como tú y saben que nunca tendrán nada como eso -responde.


Vaya fue bueno, demasiado bueno.


- Yo no soy tuya - declaro.

 -Nena, vendrás a mi casa esta noche - dice.


-No, lo siento, no voy. Yo tengo mi propio lugar, muchas gracias.


 -Escucha, ahora estas en el radar de ellos, y les gusta realmente joder a la gente. No van a ser amables contigo. ¡Ellos te destrozarían!  


- Jodida mierda. ¿Qué va a ser de mi vida?


Me hace moverme de la puerta hacia el sofá mientras toma el bate de mi mano y la apoya contra la pared. En silencio, se ríe y sacude la cabeza mientras mira el bate.


. Tú te quedaras conmigo esta noche. Haremos una parada en tu casa y conseguiremos tu mierda, luego iremos a mi casa - me informa. 

-Voy a estar bien. Voy a tomar este bate y devolvértelo cuando todo esté bien.


- ¿Estás jodidamente bromeando? - me pregunta.

 -Quiero quedarme en mi apartamento. 

-Nena lo siento, pero estarás mucho más segura en mi casa y voy a hacer todo lo posible para mantenerte a salvo-promete.


-¿Por qué? - pregunto. Quiero decir, apenas me conoce. Esta es sólo la segunda vez en la que hemos estado juntos. ¿Por qué debería importarle si me pasa algo?

-Porque un hombre como yo nunca debería tener la oportunidad de algo tan dulce como tú. Entraste en mi mundo y no voy a dejar jodidamente que te vayas. Todo lo que he podido hacer desde que corriste hacia ese poste y te sostuve hasta que estuviste bien, fue pensar en la posibilidad de ser capaz de tener ese dulce. Luego volviste a mí otra vez. No estoy a permitir que te alejes de mí esta vez. Así que voy a hacer lo que tengo que hacer para mantenerte a salvo y ver qué sale de esto.  

Guau. Eso es dulce, en una especie de motorista macarra.
Mierda, creo que acabo de hacer crema mi ropa interior. Sí, lo hice. 

-Venga vámonos. Podemos dejar el coche aquí. Voy a hacer que uno de mis chicos lo lleven a mi casa más tarde.  


-Um... ¿de acuerdo?  No estoy segura de qué pensar. Quiero decir,lo acabo de conocer. ¿Qué pensaría la gente de mí sobre irme a casa de un chico que acabo de conocer? ¡Puta! Eso es lo que yo pensaría de alguien.


¡Oh, Dios mío! Agarra mi mano entrelazando nuestros dedos y empieza a caminar hacia el bar, donde estaba todo el mundo.


-No creo que pueda hacer esto - confieso.


-¿Hacer qué?  


-Salir de aquí con un hombre que acabo de conocer.   

-No me acabas de conocer. Nos conocimos hace un año, ¿recuerdas?


Él tiene un punto válido. Usando solo una palabra, pregunta :- ¿Llaves?  

Yo le entrego las llaves y se las da a uno de sus chicos. Me agarra del brazo y me lleva hacia la entrada principal y me dirige al lado del bar donde una elegante Harley-Davidson negra, con un montón de detalles en cromo,se encuentra estacionada.


-¿Tienes una chaqueta, Paula?  

-No, yo no la necesitaba esta tarde y pensé que estaría conduciendo a casa en mi coche, no en la parte trasera de una Harley.  

Con eso, se arranca la chaqueta de cuero y la pone sobre mí. Huele a una combinación de cuero, jabón y menta. Es un olor embriagador. Luego coloca un suave beso en mis labios. Juro que me oigo gemir.


Mete la mano en las alforjas de cuero sobre su motocicleta y aparece con un casco, el cual me coloca y me da un toque suave a la parte superior de mi cabeza.  


-Siempre, protejo lo que es mío. 

Creo que mi corazón deja de latir cuando dice esto. 

Mi mano va a mi pecho, sintiendo el ritmo constante de mi corazón. No,todavía está en marcha.


Me quedo mirando a la moto, sacudiendo la cabeza, diciendo :- No hay manera de que pueda montar en esa cosa. En caso de que no lo hayas notado, llevo una falda.


-Oh, jodidamente me he dado cuenta, nena. - Él me guiña un ojo y después comprueba hacia fuera mi falda .- No hay problema. 

Él me ayuda a subir en la parte trasera de la Harley levantándome por mi cintura, sentándome en el asiento de largo. Luego agarra el dobladillo de mi falda y la desliza por mis muslos hasta que está descansando en mis caderas y desplaza una de mis piernas sobre el asiento hasta que yo estoy mirando hacia delante. Pedro sonríe ampliamente y luego sube para sentarse delante de mí.


Mis muslos instintivamente le aprietan a él, en medio de ellos. Cuando acelera la moto y arranca el motor, siento las vibraciones del tarareo disparar por todo mi cuerpo; Juro que creo que tengo un orgasmo. Entre la sensación de él y de las vibraciones, es casi insoportable.


Me inclino hacia Pedro y aprieto mis brazos alrededor de su cintura. 

Voy a disfrutar de este paseo. La combinación del hombre entre mis piernas,el aire que sopla fresco en mi cara y las estrellas en el cielo, es una de las experiencias más increíbles que he tenido.