martes, 19 de agosto de 2014

CAPITULO 4



La casa de Pedro 
 

Cuando llegamos a mi complejo de apartamentos, Pedro me ayudó a bajarme de la moto y a quitarme el casco.
  

-Entonces, ¿cómo fue? 


-¡Fue realmente increíble! Quiero tener mi propia Harley.-Me siento como a punto de saltar y gritar como una niña, pero me detengo.


-¿Cuál sería la diversión en eso? Entonces no tendría tus sexys piernas y brazos envueltos a mí alrededor y no podría escuchar esos gemidos excitados en mi oído. - Puedo sentir el calor de mi cuerpo, levantándose por mi cuello hacia mi cara cuando dice esto.


Él golpea suavemente mi culo y me dice que me dé prisa en recoger suficiente mierda para unos días, que si luego necesito algo más, él puede regresar a por ello. Empaco mi llamada mierda y regreso en un tiempo record. No me puedo creer la emoción que estoy sintiendo solamente por estar con Pedro. Podría acostumbrarme a este sentimiento.


 -Vámonos, nena.  


Así que nos vamos, como dijo el hombre. Donde nos dirigíamos, no tenía ni idea, pero confiaba en él por alguna razón desconocida.


***


Conducimos fuera de los límites de la ciudad, en la autopista. Después de unos diez minutos Pedro gira en un pequeño camino de tierra y en pocos minutos llegamos a una hermosa casa estilo rancho, rodeada de árboles y
con un lago situado en la parte trasera de la casa.


Cuando nos detenemos y el motor se apaga, le pregunto : -¿Esta es tu casa? 

 
- Sí, ¿te gusta lo que ves?

Quiero responder con “En más de un sentido” pero sólo digo : -Es hermoso aquí, tan tranquilo y pacífico.  


-Vamos querida, quiero mostrarte el resto del lugar.  

 -Ah, he - le respondo. ¿Qué demonios fue eso? De repente, no sé cómo hablar más.

Agarra mi mano una vez más, y me arrastra hacia la puerta principal de su casa. Tan pronto como entramos, Pedro cierra y bloquea la puerta y sin previo aviso me tiene contra dicha puerta.

El me quita su chaqueta de encima y la tira al suelo. Sus manos recorren arriba y abajo por los lados de mi cuerpo, y entierra su cabeza en mi cuello. Su lengua se mueve hacia afuera y la arrastra por mi piel, dejando un rastro húmedo caliente desde la base de mi cuello hasta mi lóbulo de la oreja. Siento sus dientes pellizcarme por entre la línea de mi cuello y oreja,enviando escalofríos por mi espina dorsal. 

Por ahora, no soy una experta, pero estoy bastante segura de que realmente tuve un orgasmo esta vez. Quizás, también me lo he imaginado, pero te juro que lo siento y lo oigo inhalar en mi cabello. ¡Oh Mi Dios! ¿Acaba de oler el cabello?

-Hueles tan jodidamente bien,Paula.  

Sí, definitivamente lo hizo.


-Hueles a manzanas de caramelo.  

Es mi nuevo champú y gel de baño. Supongo que voy a comprarlo de nuevo.

- Me pregunto si sabes igual de bien. 

 
¿Qué? ¿Acaba de decir eso?


Luego posa su boca sobre la mía, con fuerza. Su lengua se abre paso en mi boca y la mía en la suya. Es el beso más increíble que he tenido en mi vida.


-Sí, sabes tan bien aquí. No puedo esperar para verte y probarte en cualquier otro sitio. 

Puedo sentirlo bien a través de mi alma y el aumento de humedad en mi ropa interior. Él comienza a mover sus manos sobre mí, encima de mi ropa. A continuación, va a mis pechos y sus pulgares se deslizan a través de mis pezones. Oh Dios. Se siente increíble, cuando comienza a rodar mis pezones entre sus pulgares y los dedos. Demasiado, es demasiado. 

 -Oh Dios, Oh Dios. - Todo mi cuerpo está sintiendo cosas que nunca he experimentado antes en mi vida, ¡Es increíble! Puedo sentir algo apretando dentro de mí, buscando la salida perfecta.


-¡OH! ¡DIOS! ¡MIO! - grito, ya que me vengo duro. Sé que sin duda he tenido un orgasmo esta vez. Pedro gime en mi oído mientras yo estoy gritando. 

-Jesús, ¿acabas de venirte conmigo, apenas tocándote? Eso es jodidamente excitante - gruñe. 

-Yo… tengo que decirte, oh Dios. - Estaba apenas componiéndome lo suficiente para hablar.


-¿Qué nena? 

 
- Yo… yo soy virgen. - Ahí es cuando el calor sale de mi cuerpo y estoy de repente suelta. Pedro se encuentra a pocos metros de mí. 

-Carajo, eres virgen. Está bien, tengo que tomar una ducha fría.Volveré. Ponte cómoda. - El calor estaba todavía en sus ojos, y se podía ver su erección a través de sus pantalones vaqueros descoloridos.


-¿Por qué no terminamos lo que empezamos? Eso fue increíble ronroneo, todavía bajando de mi clímax.


-Nena lo siento, pero no puedo hacer eso. No de esta manera. Te mereces más. Te mereces pétalos de flores, habitación de hotel, ya sabes,toda esa mierda, y yo no puedo hacer esa mierda. Ese no soy yo.


-Eso no es lo que te pedí.


-Pero eso es lo que mereces y necesitas.  


- No me digas lo que necesito. No sabes nada acerca de mí, así que no tienes que decirme lo que necesito.


-Ahora vuelvo.-  Se podía ver que estaba luchando con todas sus fuerzas para no regresar conmigo en ese mismo momento. Pero cuanto más pensaba en ello, ¿realmente, después de todos estos años quería perderla así? Era evidente que el estar con Pedro me hacía no pensar con claridad.
Sobre todo, cuando estaba ya pensando en buscar el hotel, tienda de lencería, floristería y tienda de comestibles más cercana  por lo básico,como las fresas, nata, algo atrevido que llevar, ya sabes todo lo necesario en mi Smartphone. Yo lo quería  y mal. Nunca me había sentido así antes, Mateo nunca me había hecho sentir así.


Camino por la sala de estar que sorprendentemente no contiene muebles de cuero y me encuentro con la cocina. Decido husmear un poco y echar un vistazo a lo que tiene en el refrigerador. Su contenido es cerveza y envases antiguos de comida para llevar. Arrugo la nariz, porque huele apestoso allí.


Cierro la puerta de la nevera y me inclino contra ella, y hago un viaje por el pasado, mientras trato de controlar mis hormonas en ebullición.


La relación entre Mateo y yo era más bien de compañeros. Me doy cuenta de que sueno como una vieja viuda, pero honestamente nunca hubo esa sensación de electricidad entre nosotros. Sí que era fresco, caliente, dulce, y pensé que me adoraba, pero por alguna razón no había nada de la pasión que nos rodea a Pedro y a mí.

Mateo fue uno de mis mejores amigos, pero nunca sentí que realmente pudiera ser yo misma en su presencia. Una de mis principales razones para desarraigarme de la vida que tenía y mudarme a Del Mar era el tratar de hacerlo por mi cuenta. Amaba a la familia de Patricia y ellos me amaban a mí, pero no importa lo mucho que ellos trataban de consolarme, no eran mi familia. Estaba sola en este mundo y tenía que enfrentarme a ese hecho en mi cabeza.


- Estás llena de sorpresas, ¿no es así? - La voz áspera de Pedro rompe a través de mis pensamientos mientras se arrastra detrás de mí.


Al menos tiene la decencia de vestir un par de pantalones vaqueros de baja altura y una camiseta de manga larga Henley, después de salir de la ducha. Creo que me hubiese desmayado al verle solo con una toalla alrededor de su cintura. Apuesto a que ni siquiera tiene esa profunda V destacando su punto de venta masculino. ¿Dónde me estoy metiendo?

-Supongo que esto cambió los planes que habías inventado para nosotros esta noche - le sonreí. 

- No te preocupes, nena. Pedro siempre tiene un plan B. - Me regala esa sonrisa torcida de nuevo. Realmente espero que el Plan B tenga que ver con una cama grande y con él, esta noche.

Mi móvil empieza a sonar en mi bolso y al instante reconozco el tono de llamada personalizado, “Don´t Cha” de The Pussycat Dolls.


-Nena, ¿vas a contestar? - Me muevo hacia mi bolso y leo lo que pone en la pantalla, “llamando Pato”. Sonrío. 

- ¿Hola?


- Bueno, ¿cómo está la nueva profesora sexy de la escuela en la ciudad? - me pregunta con entusiasmo .- ¿Rompiste corazones jóvenes hoy?


-Um. Bueno - digo seguido de :- No, yo no rompí ningún corazón hoy. 

 Echando un vistazo a Pedro, me doy cuenta de que sus cejas se arquean. 

-No pareces tan segura.  

Siento moverse a Pedro detrás de mí y acaricia el cabello de alrededor de mi cuello y lentamente pone sus brazos alrededor y me dice al oído : He estado toda mi vida, esperando esto. - ¡Jodida mierda! ¿Qué dices a eso?


 -Hola, ¿puedes oírme? - grita Patricia.


 -Oh rayos, lo siento Patricia, estaba distraída. 


 -¿Qué estás haciendo? - Yo estaba tratando de alejarme cuando me planta un suave beso en la nuca.


 -Um...-  Absolutamente no podía alejarme.


-¿Estás con alguien?-  ella pregunta.


- Umm...Sí -  confieso con culpa. 

 - ¿Quién? ¡OMD ! ¿Es ese tipo motorista del año pasado? - Ella suena demasiado emocionada.


- Sí.


- Chica, tómale una foto y envíamela. Tengo que ver el gran problema que es.


- ¡No voy a tomarle una foto y enviártela! 

 
Es entonces cuando el teléfono es arrancado de mi mano por Pedro y empuja algunos botones y se acurruca cerca de mí y dice :- Di queso. - Así que sonrío. Toma una foto de nosotros, después presiona un par de botones y dice en el teléfono :-Compruébalo. 

- ¡Dios mío! - Arranco el teléfono de su mano . -Pato, ¿la conseguiste?  


-¡Maldita! ¡Él es sexy! No puedo esperar a visitarte y poner mis manos en su culo - dice en tono de broma. Conociendo a Patricia como lo hago, eso es lo primero que hará cuando lo vea.


-Sí, lo sé. - Me río. 

 -Ahora sé por qué has estado obsesionada con él, el año pasado.  


Me coge el teléfono de la mano de nuevo y esta vez dice : -Se acabó el tiempo, se tiene que ir. - Él da la vuelta al teléfono cerrándolo y lo tira sobre la mesa de la cocina.

-Oye, no había terminado de hablar con Pato - le digo.


 -Sí, habías terminado - me informa.


-No eres mi jefe.

- Ya veremos - tira de vuelta.


- Pedro, estoy cansada y tengo que trabajar mañana por la mañana temprano. ¿Dónde está la habitación de invitados?  

Para mi sorpresa, me dice :- Al final del pasillo, la última puerta a la izquierda.- Pensé que me iba a querer en su cama esta noche y no en la habitación de invitados.


Cuando entro en la habitación y veo la decoración y la ropa masculina que cubre el suelo, tengo una ligera sospecha de que estoy en la habitación equivocada. Me doy cuenta de mi bolsa de viaje, está apoyada a los pies de la cama.


- ¿Estás seguro de que este es el cuarto de invitados?


-No, es mi habitación, nena. - Sí, definitivamente la habitación equivocada.


Ahora que estoy pensando con claridad, lo que hizo apenas entramos por la puerta principal, fue manosearme. Ahora espera que duerma en la misma cama con él. Eso no va a suceder sin que yo pierda mi tarjeta de “V”.


-Esto no va a funcionar para mí.  

- ¿Qué no funciona para ti?  


 -Compartir esta cama.  


 -¿Tienes planes de invitar a algunos amigos a una fiesta de pijamas?


Él me mira con una sonrisa divertida en su rostro.


-Pensé que nosotros compartiríamos la cama esta noche.  

- Nop. - Realmente hacer resonar la “p” cuando dice esto. Pasa al otro lado de la puerta, cerrándola detrás de él.

¿Qué demonios? ¿Realmente acaba de salir? ¿No va a dormir aquí conmigo? Pensé que me quería. Ese culo caliente de hombre me confunde totalmente. Quiero decir, en un minuto me tiene contra la puerta y parece que quiere estar dentro de mí, y al siguiente me deja en su habitación sola y ni siquiera darme un beso de buenas noches.


Entro en el cuarto de baño para usar el servicio, cepillarme los dientes y lavarme la cara. Luego me pongo mi cómoda vestimenta para dormir, que consiste en una camiseta blanca y pantalones de pijama de algodón. 

Entonces salgo del baño, todavía espero ver a Pedro allí, pero la habitación está vacía.


Me meto en la cama con sus suaves sábanas y edredón y pongo mi cabeza en la almohada. Puedo oler el aroma de Pedro en la almohada (que huele GE-NI-AL) y dejo escapar un pequeño suspiro. Creo que con los acontecimientos de hoy, voy a ser capaz de conciliar el sueño nunca. Apenas acabo de pensar esto, cuando caigo en un sueño profundo

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